jueves, 20 de noviembre de 2008

EL DIA EN QUE VENEZUELA SE MOJA EL DEDO

Desde hace varios días estaba dándole vueltas a la columna que escribiría justo antes de las elecciones. Es un momento importante, decisivo y fundamental para la historia de este país.

Después de escuchar y leer innumerables puntos de vistas sobre este evento, en el que todos los venezolanos estamos invitados el próximo 23 de noviembre de 08, encontré una columna que expresa el sentir coherente y equilibrado de cómo debemos ver el proceso electoral venezolano.

Mario Villegas, en su columna del diario El Mundo, hace un claro análisis de lo que realmente debería pasar el próximo domingo.

Aquí les dejo un extracto de la columna del mayor de los Villegas periodistas. Lean bien y procuren hacerlo antes del domingo en la tarde.

"Pobre país aquel donde las posibles derrotas de un gobierno en elecciones regionales son tomadas por su mandatario como causa de guerra. Más pobre todavía si el mismo gobernante amenaza a las comunidades y a los ciudadanos con no transferir recursos a sus regiones si éstas eligen a gobernadores y alcaldes de la oposición y de la disidencia. Cuán pobre se nos ha puesto Venezuela.

Pero este país sería más pobre aún si, producto de temores infundidos desde el más alto poder, las comunidades cayesen en ese burdo chantaje y en vez de escoger a los candidatos de su verdadera preferencia terminaran absteniéndose de votar o haciéndolo por aquellos que ordena el mandamás.

Si así fuera no seríamos los venezolanos dignos herederos del indomable José Leonardo Chirinos ni del Libertador Simón Bolívar.

Aquí no está planteada ninguna guerra, ni es constitucional ni legal que un gobernante castigue a los ciudadanos de un estado o municipio por darse el gobernador o el alcalde de su preferencia.

Frente a la retórica guerrerista, los venezolanos que nos consideramos demócratasdebemos levantar el discurso de la paz. Y frente a las amenazas de exclusión y de castigo financiero y presupuestario debemos prepararnos para las luchas constitucionales y legales.

Si a usted le gusta un candidato chavista vote por él sin complejos ni vacilaciones. Pero si prefiere a alguno de la oposición o de la disidencia vote por éste sin miedo y con coraje, consciente de sus derechos políticos y de su responsabilidad ciudadana.

Ante la fuerza y la voluntad del pueblo puede apelarse a la charlatanería, pero a la hora de las chiquiticas no debería haber chantaje que valga".



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