Una cosa es el feeling, el corrientazo, el temblor, y otra cosa es el sentimiento, el amor.
Aveces la vida te manda sensaciones diferentes, te prueba. Te pone o te propone y debes decidir por lo que más te mueva.
No sé si escoger sea la palabra, creo que una cosa lleva a la otra y algunas experiencias, bien cultivadas y bien recreadas producen su efecto. Tener, sentir y oler ambas sensaciones es posible y probable.
Muchas cosas son necesarias para que todo siga siendo magia, porque es así, los tiempos cambian, y si nada se parece no lo disfrutamos igual. Al final no es igual, si no es igual es otra cosa, y casi nunca estamos preparados para eso.
Definitivamente el temblor no me sorprendió, creo que no ha llegado, y aunque me gusta que me agarre descuidada estoy dispuesta a esperarlo.
Me gusta como me siento ahora, sin compromisos pero con lazos.
El que no abona no cosecha, y el sentimiento bien ganado esta por encima de cualquier feeling maltratado.
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