La pienso desde el momento en que pongo
nombre a los personajes, desde ahí y hasta que los tengo frente a mí proyectándose.
Así, imaginándola para ser mostrada, me
gusta pararme en el punto posterior a que ella misma sea impresa.
Cómo puedo montarla desde las hojas, cómo
creo una realidad en forma de rompecabezas, cómo armo mientras ejecuto; cómo
puedo pensar una historia desde el montaje, cómo puedo cambiar las cosas en la
sala para obtener un punto a favor. Cómo aprendo a escoger, a decidir, a ser asertiva.
Wow, que difícil. Como la vida…
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