miércoles, 10 de febrero de 2010

EL ITINERANTE

Esa personas que pase lo que pase siempre estará pululando como diablito en los pensamientos, y a veces en cuerpo presente. Para el que siempre hay un almuerzo, una cena, unos tragos, un café, que luego se convierte en sólo Dios sabe qué cosa.

Que divertido ¿no? Son encuentros fortuitos tan especiales, divertidos, simpáticos y “malos” que en algún momento hacen falta.

Si no está lo buscas, haces que pase, porque ya es hora de que pase.

Hay momentos en los que tiene que aparecer. Algunas veces los extrañas, no sé si a “él” o “a el”.

Es un momento oculto, tácito, táctil, de roce. Son buenos, finísimos.

Lo más paradójico de todo es que sabes quién es y casi por instinto puedes pronosticar quién va a ser. Lo pienso y ya me da risa (jajajajajajaj) porque eso es lo que provoca, risa, adrenalina, sudor.

¿Qué cosa rara no?

Creo que es hora de aparecer o que aparezcas…jajajajaja (con picardía)

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